Especial Neuromarketing. Revista i&m.nº115. Junio 2012. AEDEMO





Introducción

Especial Neuromarketing



Nuevas luces enfocan el más desconocido de los mundos: el cerebro-mente.
Desde lo más lejano de la historia de la humanidad, esta se ha planteado lo que hoy podemos denominar como procesos mentales, ¿que es la consciencia?, ¿como sentimos?, ¿como percibimos?, ¿como decidimos?, etc.
Hoy conocemos diversos relatos al respecto, desde filósofos a científicos, desde Aristóteles, para quien los procesos mentales se ubicaban en el corazón, pasando por el racionalismo de Descartes, para quien la mente era algo ajeno al cuerpo, hasta el s. XIX-XX con los primeros neurólogos, Broca, Wernicke, Freud incluido y Luria con la neuropsicología dinámica,  etc.
Pero el gran salto en el conocimiento de la estructura y función cerebro se produce en la década de los ´90, que se ha dado en denominar la "Década del Cerebro". Entre los científicos más conocidos cabe destacar a Damasio, Kandel, Le Doux, Panksepp, Ramachandran, Solms, etc. y entre ellos O. Sacks, neurólogo y escritor, sobre el que se baso la conocida película "Despertares".
A partir de aquí surgen desde diversos ámbitos, las más diversas disciplinas aplicadas neuroeconomía, neuromanagement, neuroeducación...y neuromarketing, con una presencia creciente en los medios y objeto de diferentes debates.
En i&m, con este numero especial, queremos contribuir al debate y a la reflexión sobre esta disciplina, neuromarketing, todavía incipiente, que conecta directamente los conocimientos de las neurociencias con nuestras experiencias como investigadores.

Para ello hemos reunido a diferentes profesionales, de variados ámbitos, para que desde sus diversas ópticas contribuyan al dialogo entre las aportaciones de las neurociencias y los conocimientos y practicas de la investigación de mercados, para así dar sentidos a esta nueva disciplina que es el neuromarketing.



Descargar archivo



Neuromarketing

La Seducción de “objetividad”

“Gris es la ciencia y verde el árbol de la vida”.

Göethe, Fausto, escena IV



El neuromarketing utiliza tecnologías apropiadas para el conocimiento del funcionamiento cerebral y las aplica para la investigación comercial, el branding y el tarjeting potencial.

Las neurociencias han tenido un desarrollo exponencial en las últimas décadas, siguiendo los avances tecnológicos de los instrumentos de investigación. Ahora es posible conocer qué centros neurales se activan y también muchos recorridos de información.

Como el funcionamiento cerebral y mental siempre ha despertado gran interés en la población, la divulgación de datos obtenidos en las investigaciones neurocientíficas se ha puesto “de moda”. La abundancia de información – y su múltiple utilización actual - hacen indispensable intentar formar un criterio para poder evaluar, entre publicaciones de todo o tipo, cuáles son “científicas” y cuáles son apropiadas para lo que se necesita saber.

En relación a la comercialización parece imprescindible poder reconocer qué publicaciones  corresponden verdaderamente a neuromarketing y cuáles se utilizan para hacer  “marketing de las neurociencias”.

Los conocimientos sobre el funcionamiento neurológico representan un buen aporte a considerar, pero NO CONSTITUYEN LA ÚNICA OPCIÓN VÁLIDA,  NI EFECTIVA PARA LA INVESTIGACIÓN COMERCIAL.

Si nos centramos en las neurociencias en sí mismas,  encontramos grandes diferencias entre los enfoques de muchos investigadores. Es frecuente leer estudios que pretenden alcanzar la verdad con “objetividad”, amparándose en la epistemología científica del siglo XIX: el positivismo causalista, que desvaloriza lo “subjetivo” y lo considera no-científico. Este enfoque de la ciencia considera “evidencia” lo que se obtiene de la realidad mediante parámetros espaciales, que pueden medirse y permiten” exactitud” o validación estadística.

Este enfoque produce “sensación” de seguridad. Pero, como nos recuerda Einstein, “las matemáticas son exactas mientras no se refieren a la naturaleza; cuando se refieren a la naturaleza dejan de ser exactas”.

Aunque no sean tan frecuentes, cada vez es mayor la cantidad de científicos que desarrollan un pensamiento acorde con la nueva epistemología contemporánea de la ciencia. Este enfoque no se limita a obtener las mediciones propias de la perspectiva espacial tridimensional; también incluye la consideración de aspectos intuitivos y subjetivos, que permiten incorporar el tiempo como significado presente. Estos aspectos “no-medibles” intervienen en TODOS LOS FENÓMENOS Y CIRCUNSTANCIAS NATURALES.Son importantes para la adaptación biológica al entorno.

Este enfoque contemporáneo de la ciencia permite trascender las paradojas que ponen límite al pensamiento positivista causalista. Amplía la búsqueda de “la causa” hacía encontrar la relatividad de los factores en juego que generan los fenómenos y los comportamientos.

Comprender ampliamente el funcionamiento mental requiere considerar el espacio-tiempo.
Las oposiciones entre “lo objetivo” y “lo subjetivo” no permiten lograr una comprensión adecuada. Este conocimiento contemporáneo no se puede simplificar, requiere una complejización  integrativa que permita alcanzar un conocimiento más abarcativo, de una realidad más compleja, que considere ambos aspectos como distintas perspectivas de observación de un todo más amplio.

Ninguna metodología o enfoque científico utilizado con exclusividad permite alcanzar este tipo de conocimiento. Es necesario interconectar los datos obtenidos desde metodologías variadas, tanto correspondientes a mediciones y estadísticas, como referentes a la captación  de significación presente.

Los avances tecnológicos y la comparación con modelos informáticos, facilitaron la investigación  a partir de las “Neurociencias Cognoscitivas” y de la “Neuropsicología Cognitiva”. Se estudiaron y describieron muchas vías y localizaciones de los funcionamientos cognitivos.

Pero, la profundización en el estudio de las emociones puso un límite a estas perspectivas. Los ordenadores no tienen emociones y los contenidos emocionales no pueden conocerse si sólo se observan la ubicación de centros, las vías de información, la química y los mecanismos. Además, como las emociones transmiten información sobre el estado interno, se distribuyen por “acción masiva” sobre todo el cerebro de manera global, influyendo en todas las funciones, incluidas las cognitivas.

Comprender la complejidad del funcionamiento emocional requiere considerar cualidades y no sólo cantidades medibles. No es lo mismo encontrar “matices” que “medidas”.

Se ha desarrollado una “Neurociencia Afectiva” (Panksepp, 1998)*1 que estudia las funciones mentales, su evolución y su desarrollo. Considera que la influencia de las emociones, sobre todo el funcionamiento cerebral y mental, representa un segundo aspecto de la realidad que es necesario tener en cuenta para estudiar la adaptación al medio y sus perturbaciones.

Se han encontrado varios sistemas emocionales básicos (S.E.B.), que son sistemas de comando referidos a “valores biológicos universales”. Estos sistemas  se “encienden” o  se “apagan” dependiendo de una relación entre las circunstancias del entorno y el aprendizaje que los desarrolló a lo largo de la vida.

Los sistemas básicos primitivos son impulsivos y tienden a la descarga inmediata, como “disparo automático”. Pero, las descargas afectivas desenfrenadas no son adaptativas y no logran satisfacción.

La configuración primaria universal tiene también “espacios en blanco”. Estos espacios son los que se van llenando a partir de la experiencia, mediante un aprendizaje personal vinculado a satisfacción y frustración. Se va generando un significado (peligroso, satisfactorio, etc…) que se almacena en los sistemas de memoria. Estos significados aprendidos TIÑEN LA PERCEPCIÓN NUEVA, otorgándole significados aprendidos que se repiten y determinan el comportamiento. Por eso la percepción nunca es totalmente “objetiva”.

Se van creando conexiones con los centros frontales que van a inhibir la descarga automática hacía el exterior, para permitir los procesos de decisión de la acción. Se organiza la información emocional y la perceptiva relacionándolas, y se pone en acción la Unidad Funcional para programar, regular y verificar la acción. Se pone en juego el pensamiento como “anticipación a futuro”.

Cuando los S.E.B. están desarrollados, se activan a la vez los centros emocionales correspondientes y también las conexiones frontales cuando un estímulo despierta emoción.

Investigar solamente la activación del sistema emocional no permite conocer si derivará en un comportamiento de consumación o de renuncia.

También puede considerarse el estudio y la detección de la activación o “encendido” emocional a través de observar gestos y actitudes.

Toda emoción se expresa a través de signos corporales. Pero esta observación  tampoco da cuenta de la posible decisión: Si la observación – directa o mediante técnicas audiovisuales – se realiza sin contacto directo con la persona, pretendiendo ser “objetiva”, nos alejamos de una comprensión más profunda sobre otros componentes relativos a la consumación de la satisfacción.

La cualidad, la “qualia”, que determine la decisión no puede ser “medida”; sólo puede ser adaptada a través de métodos que posibiliten una intuición “subjetiva” en el propio observador.
SÓLO LA SUBJETIVIDAD PERMITE CAPTAR LA SUBJETIVIDAD.

En el cerebro existen también sistemas de apego y neuronas en espejo. Su activación puede permitir la identificación y la “traducción” de los aspectos que se comunican de modo no- consciente. Para que se activen estos tipos de comunicación es necesario establecer un vínculo y aprender a descubrir, a través de sus características, los componentes en juego que se van a evaluar. No se alcanza con tecnologías ni a distancia.

El primer sistema emocional básico es el sistema de búsqueda. Su objetivo biológico es encontrar al objeto o persona que permita la satisfacción. Normalmente tiene un tonismo permanente de sostén que permite atender a los estímulos del entorno. Se basa en asociar curiosidad, interés y expectativa. Cuando se encuentra algo o alguien  que parece satisfactorio se desencadenan comportamientos consumatorios.  Esto frena la búsqueda porque “ya no hace falta seguir buscando”.
Estos sistemas pueden tener distorsiones y variaciones en sus niveles de “establecimiento”, que llenan sus “espacios en blanco”.

Como la mayor parte de este proceso no es consciente, la persona no puede dar una indicación verbal directa o adecuada. Pero esto no significa que “mienta” sino que requiere estudiar los sistemas de comprensión de los significados latentes, detrás de lo que expresa la persona verbalmente.

Esta indagación se hace aún más completa si se toman en cuenta las características de los vínculos que la persona puede establecer. Los grupos brindan la oportunidad de evaluar ciertas modificaciones en la toma de decisiones que dependen de la sugestibilidad frente a otros pareceres.

Es decir que, ante un tema tan complejo, es importante no aferrarse  a métodos o tecnologías “IDEALES”, especialmente si pretenden arrasar con los métodos tradicionales, en lugar de investigar cómo integrar lo conocido con lo novedoso para lograr resultados más completos.
LA SUBJETIVIDAD NO ES UN CONTRATIEMPO NI UN OBSTÁCULO.
Es inevitable. Pretender prescindir de ella por una supuesta “objetividad” es artificial e incorrecto.
Se puede aprender a utilizarla de modo adecuado para lograr conocimientos más completos.

*1998- Affective Neuroscience. The Foundations of Human and Animal Emotions – New York, Oxford University Press


María Alicia Vinent
Medico Psicoanalista de S.E.P. (I.P.A.).
Especialista en Psicosomática
International Neuro-Psychoanalysis Centre.




Viaje por los caminos del Neuromarketing



Las neurociencias a través de sus variadas disciplinas (neuroanatomía, neurología clínica, neuropsicología, neurofisiología, etc.), cada una con sus propios métodos y sistemas para estudiar los diferentes aspectos del sistema nervioso y los diferentes niveles de su organización biológica, han aportado y están aportando conocimientos valiosos para entender el funcionamiento cerebral y más allá, el ser humano en general.

En los ámbitos del marketing, investigación de mercados (IM) y publicidad, el termino "neuromarketing" se esta abriendo camino en los últimos tiempos pero, a mi entender, más a rebufo de la actualidad de las neurociencias que por la aplicación o aportación especifica del propio neuromarketing. Por otra parte detrás de una misma denominación subyacen distintos enfoques y visiones en cuanto a su concepción, aplicación y posibles vínculos respecto de los enfoques existentes utilizados actualmente.

Reconocer esta diversidad de enfoques y las limitaciones que tiene actualmente el neuromarketing me parece una cuestión decisiva para poder avanzar en este terreno y que los conocimientos neurocientíficos puedan ser una contribución eficaz para conocer más profundamente al consumidor de hoy.

Si el neuromarketing, como ocurre en determinados ámbitos o foros, se convierta en un fetiche (como ocurre demasiado frecuentemente con conceptos como liderazgo, innovación), a modo de píldora o placebo, solución o piedra filosofal, de las dificultades e incertidumbres ante la complejidad social poco habremos aprendido del enorme caudal de conocimientos y posibles nuevas maneras de "mirar" que nos aportan las neurociencias.

En la conferencia “Neuro Connections” (Cracòvia, Polònia, Feb. 2009), diferentes profesionales del ámbito del Marketing consideraba como retos a superar por el neuromarketing los siguientes: sus costes elevados, el utilizar muestras pequeñas, la mala imagen del neuromarketing, ciertos conflictos éticos, la falta de acuerdo entre investigadores, la ausencia de estándares y la difícil comunicación entre científicos y marketing. Retos, todos ellos, todavía muy actuales pero que en su mayoría podemos y debemos asumir los que nos consideramos parte interesada.
¿Que hacer?

Aprender a través de la experiencia (Etimol. del griego empeiria que significa <<emprender un viaje>>), que como ya es sabido, es el mejor aprendizaje. Y consecuentemente, como señala  el neuropsicólogo M. Solms[i], refiriéndose al sistema Pcpc-Cs (perceptivo-consciente) tomar en consideración que "...solo podemos conocer estas cosas de manera indirecta, como se nos representan en la consciencia...Esto significa que las representaciones de los objetos que conocemos como los órganos físicos del cuerpo –y eso incluye el sistema nervioso- son solo una de las maneras fundamentales en las que representamos una realidad desconocida; estas representaciones de la realidad material no son mas reales en si mismas que las fantasías subjetivas..."

Ante este interrogante (¿Que hacer?) hay una consideración previa sobre el como miramos, pues entiendo que podemos mirar una misma cosa, una misma realidad, desde ópticas diferentes (y ello también es necesariamente valido para pensar el neuromarketing), en el sentido de que muchas disparidades corresponden a distintas versiones de una misma cosa (por ej. la mirada de un físico o la mirada de un biólogo o de un psicólogo) y más si a nuestro sistema perceptivo le añadimos a través de que miramos, los nuevos desarrollos técnicos (por ej. una RMf, un determinado programa informático, etc.).

Las paradojas y diferencias no se pueden resolver en el mismo nivel de pensamiento en el que se formaron, requieren alcanzar un pensamiento más complejo. Esto que claramente ilustrado, a mi entender cuando A. Damasio[ii] se refiere al "error de Descartes", el dualismo (ej. cuerpo/mente, etc.).

Así por ejemplo la experiencia subjetiva o emocional respecto de un producto no se puede determinar desde lo objetivo, o desde lo orgánico, es necesario determinarlo desde lo subjetivo.
  
Volviendo al neuromarketing, aquí mi intención es centrarme en aportar algunos elementos de reflexión y contraste sobre el concepto neuromarketing y sus usos.

Esquemáticamente diría que las neurociencias, en el ámbito del marketing en general, aportan a dos niveles, uno conceptual, posibilitando un cambio de visión o manera de mirar-pensar las cosas (p.ej el comportamiento del consumidor, la percepción de un producto y lo que este representa, las satisfacciones y el placer, la toma de decisiones, etc.) que como puede suponerse es determinante. Y otro, a nivel de las herramientas técnicas (EEG, MEG, RMf, etc.). Aquí voy a referirme solamente al primero de estos aportes.

Algunos de los aportes conceptuales y de visión que me parecen relevantes son:

- La superación de determinadas visiones sobre el comportamiento del consumidor. Entre estas, la superación de la orientación economicista ("Homo Oeconomicus" y la teoría de la elección racional, etc.), por ej. la consideración de que "el dinero no es una entidad abstracta, exacta y absoluta...(sino que) se tiñe de la experiencia y las emociones asociadas"[iii] o los diversos trabajos realizados por parte de los denominados economistas cognitivos.

O por ejemplo, la superación del llamado "modelo clásico de la racionalidad", tan vigentes todavía sus corolarios ("hay compras racionales y compras emocionales") y muy presente en ciertas mentes marketinianas o de ciertas escuelas de negocio. En este sentido cabe destacar, entre otros, los trabajos de D. Kahneman[iv].

- Un aporte tremendamente significativo es la consideración, ahora también desde la óptica de las neurociencias, que todas nuestras acciones y decisiones (obviamente, compra incluida), están afectadas y reguladas por las emociones y que ellas son básicamente procesos inconscientes.


De aquí la importancia de trabajar, en la investigación de la experiencia subjetiva, con las técnicas de análisis interpretativas que utilizan la intuición, la empatía y la asociación libre (pues esta se da, mentalmente, en el proceso en que la memoria de trabajobucea” en la memoria de larga duración y trae a la consciencia lo que es pertinente en cada momento).

- Otro aspecto básico de las aportaciones conceptuales de las neurociencias es el que refiere a los mecanismos y dinámicas de percepción a los que, en parte, ya me he referido anteriormente al comentar sobre la representación de lo externo.
En efecto, si consideramos que la experiencia con lo externo (personas, producto, marca, mensaje…) esta modulada por interposición del sistema perceptivo y por los sistemas de memoria, el objeto externo nunca será una representación especular de lo que construimos en la mente y es mas, dichas representaciones internas son en gran medida inconscientes.

Así por ejemplo, como señala Morgado, si nos referimos al azúcar, "…su dulzor no es una propiedad (del mismo), sino de las neuronas del cerebro cuando reciben el impacto de las moléculas de azúcar..."[v] y este, en un contexto dado, estará asociado a unos determinados significados afectivos, emocionales, etc. que ponen en juego nuestro aprendizaje y experiencia emocional especifica, nuestro sistema perceptivo y de memoria.

En este sentido podríamos decir, a modo de claim, que "consumimos percepciones, representaciones mentales y simbólicas de los objetos".

Continuando con Morgado, dice: "Las percepciones son una creación del cerebro y de la mente humana…no existen fuera de nuestra mente… el cerebro es el que ve, oye, siente… Fuera de nosotros no hay luz, gusto, tacto…"

Volviendo a la conferencia “Neuro Connections”, citada anteriormente, los retos que tiene planteados el Neuromarketing, al menos algunos de ellos. (la mala imagen del neuromarketing, ciertos conflictos éticos, la falta de acuerdo entre investigadores, la ausencia de estándares y la difícil comunicación entre científicos y marketing), a mi modo de ver, pasan en primer lugar por delimitar conceptualmente el propio neuromarketing, es decir, a que nos referimos, cuales son las visiones existentes del mismo y sus contribuciones (anteriormente me he referido a ello) y a la vez debatir y establecer las fronteras respecto de los conceptos, métodos y usos de la IM que estamos realizando, y del marketing en general.

Respecto a esto ultimo, es obvio que la IM tiene un largo camino recorrido, con tradiciones culturales diversas en su fundamentación conceptual y metodológica, y creo que nos equivocaríamos si nos situáramos en posiciones dicotómicas al respecto (lo tradicional esta superado y lo nuevo es lo que toca) o lo que, a mi entender, es del mismo orden, por ej. decir que el futuro del marketing es el neuromarketing.

De lo que se trata es de superar las concepciones que no dejan de ser "más de lo mismo", como aquel dualismo señalado por A. Damasio (ej. las apreciaciones valorativas sobre lo objetivo vs. lo subjetivo, etc.) y adentrarnos en unos caminos, alejados de las simplificaciones y banalidades propagandistas, asumiendo la complejidad de nuestros objetos de estudio ( la mente, la conducta de los consumidores, etc.), que tiendan a respetar las diferencias y puedan enriquecerse con las diferentes maneras de mirar.

Estos caminos, a mi modo de ver, y en relación con los aportes de las neurociencias, pasan por transitar por una visión creativa interactiva e integrativa, con dichos aportes, y si es necesario repensar el marco o los presupuestos de los que partimos en nuestros trabajos como investigadores, puesto que, lo sepamos o no, siempre partimos o elegimos un marco.

Es decir, un método y enfoque de estudio que incorpore tanto la investigación sobre la experiencia de la subjetividad humana como la investigación sobre la estructura y funcionamiento del cerebro-cuerpo (objeto de las neurociencias), capaces de correlacionarlos (observarlos a ambos simultáneamente) sin violar las premisas conceptuales de ninguno de los dos enfoques.

Así, de pasada, queda contestada la pregunta, tan al uso, y casi reducida al absurdo ¿fallan las técnicas tradicionales?, que analógicamente seria tanto como preguntarse por el dilema Einstein vs. Newton, o la tortilla con patatas vs. la deconstrucción culinaria de la misma tortilla (por cierto, servida en copa!).

Las aplicaciones del conocimiento de las neurociencias, y sus técnicas, en la IM y otros ámbitos del marketing, comporta un trabajo complementario y sinérgico, que nos permite transitar por tres caminos:

I) Volver a pensar y revisar determinados conceptos establecidos sobre el marketing y la IM (los procesos de decisión del consumidor, los procesos de compra, las satisfacciones, etc.).

II) Considerar las aportaciones que enriquecen, confirman o modifican el concepto y uso de les técnicas actualmente utilizadas en la IM y en particular en la investigación cualitativa.
III) El desarrollo, desde el ámbito de la IM, de les técnicas neurocientíficas aplicadas en el ámbito del marketing, tanto por lo que refiere a su conocimiento como por su adaptación al marketing.

Decía I. Newton, "Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano"
¡Seguimos viajando!

Marcel Cirera                                                       



[i]. M. Solms. Is the brain more real than the mind? Psychoanalytic Psychotherapy, 9: 107-120. 1995.
[ii]. A. Damasio. El error de Descartes. Ed. Critica, Biblioteca de bolsillo,1999
[iii]. M. Motterlini. Economía emocional. Ed Paidós, 2008
[iv] . D. Kahneman y A. Tversky. "Prospect Theory: An analysis of decision under risk, III", Econometrica, vol.47, nº2, 1979.
[v] I. Morgado. La Vanguardia. 26.4.12

No hay comentarios:

Publicar un comentario